domingo, 21 de febrero de 2010

Fábricas de Software - Introducción

Hoy en día el término Fábrica de Software, o bien conocido en inglés como Software Factory, viene asomándose con fuerza en la mayoría de empresas que tienen un área de sistemas o consultoras que brindan servicios en tecnologías de información. Sin embargo, como parte de mi experiencia en este rubro he podido corroborar que a veces esto sólo queda en un término debido a que en la práctica, por ejemplo, no se aplican criterios de control de calidad del software que se produce, o aún peor, los miembros del equipo no saben que deben hacerlo.

En efecto, todo esto me ha llevado a sentir en muchas oportunidades que el término "Fábrica de Software" lo utilizan más para efectos de marketing o ventas y no para lograr producir software de calidad bajo un esquema de eficiencia en el servicio.

Con este post busco iniciar lo que será el tema de Fábrica de Software debido a que existen muchos aspectos por abordar y temas por tocar. Seré bastante conciso en los puntos principales, sin embargo, advierto que en la realidad para que una empresa se vuelva Fábrica de Software pueden pasar años y no sólo es necesario incluir al equipo que desarrolla el software sino a toda la organización.

En mención a todo lo anterior, es necesario situar un punto de partida para una fábrica de software, en la práctica ese punto de partida resulta ser la estrategia de la organización. Por ejemplo, si una empresa como estrategia para el cumplimiento de su misión y visión decide apuntar a una certificación internacional como CMMI entonces será necesario alinear todos los procesos y personas a las metas de cumplimiento de CMMI (en el nivel requerido); asimismo, será necesario contar con la tecnología necesaria para poder cumplir con dichas metas de manera eficiente.

Pero no sólo es necesario conformar el triángulo Procesos-Personas-Tecnología que le permita ejecutar la estrategia de una organización sino que también todo esto debe estar inmerso en un marco de trabajo medible y certificable. Medible porque para tomar decisiones de mejora deben existir indicadores claros para las respectivas gerencias. Por otro lado, debe ser certificable porque obtener un certificado internacional como CMMI, ISO u otros brinda un valor sustancial a la organización de cara a sus competidores en el mercado.

Entonces, luego de analizar todos estos puntos podemos concluir que una fábrica de software resulta ser un tema mucho más complejo de manejar que el sólo hecho de producir software. Más de una vez he podido apreciar como una organización ofrece sus servicios como fábrica de software y sin embargo el grado de satisfacción del cliente es muy bajo, y es que el mejor indicador de que tan bien nos va resultan ser los mismos clientes.

Como recomendación final quisiera decir que lo más sensato antes de iniciar este díficil proceso que es convertirse en fábrica de software se debe hacer un diagnóstico detallado de la situación de la organización, de los equipos de desarrollo, de nuestros servicios y de nuestros clientes pues sólo de esta forma sabremos de manera más certera que es lo que necesitamos para cumplir con los objetivos estratégicos.

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